martes, 21 de noviembre de 2017

Los Ojos de la Bestia (III)


En esta tercera entrega sobre el miedo hablaré de las películas que más inquietud me han producido a lo largo de mi vida. La mayoría de los títulos que mencionaré los ordenaré más o menos por orden cronológico de estreno. Quiero dejar bien claro que se trata de una selección personal mía, y que por tanto pueden quedar fuera grandes clásicos de terror de la historia por la simple razón de que no los he visto… Mis primeros recuerdos de haberlo pasado mal con una película se remontan a mi más tierna infancia: no sé cuántos años tendría, pero todavía guardo la imagen de estar volviendo con mis padres al parking que había junto al pasaje de la Plaza de Toros (donde está ahora la placita con el tíovivo) después de haber visto Blancanieves de reestreno en alguno de los cines de la zona, seguramente en el Paseo de Ruzafa. Recuerdo que me impactó mucho la malvada madrastra de Blancanieves, que se convertía en una anciana vieja y arrugada para ofrecerle una manzana envenenada, y que al final de la peli moría despeñada, atrayendo a los buitres para su macabro festín.

Otro recuerdo precoz de los que guardo es de la película de imagen real de Flash Gordon: el momento en el que se lo tragan unas arenas movedizas. Vista hoy en día la escena me parece bastante inofensiva, pero por aquel entonces yo era muy pequeño y me asustó bastante. También me acuerdo de otro mal rato que pasé un verano en el cine de El Perelló, donde mi abuela tenía el apartamento: la semana siguiente hacían una maratón especial de películas de miedo, y antes de la proyección prevista para ese día pasaron varios de los trailers, algunos de los cuales me dieron verdadero pánico. Si la memoria no me falla, una de las pelis era sobre un recién nacido mutante asesino y otra sobre un ascensor también con tendencias criminales. ¡Qué mal lo pasé!




Dejando de lado mis recuerdos de infancia y pasando a la lista cronológica propiamente dicha, empiezo con algunos films que a pesar de ser antiguos tenían su aquel, como Nosferatu, de 1922, o La Noche del Cazador, de 1955, dirigida por Charles Laughton. A principios de los 60 tenemos películas de Hitchcock como Psicosis o Los Pájaros, con sus momentos de angustia, aunque vistos hoy en día ya no son tan impactantes… Pero lo realmente bueno empieza a finales de esa década, con la innovadora La Noche de los Muertos Vivientes del recientemente fallecido George A. Romero, estrenada en 1968, o La Residencia de Chicho Ibáñez Serrador, del año siguiente.

También de Chicho, pero ya en los setenta, es la fantástica ¿Quién Puede Matar a un Niño? En los ochenta destacamos entre otras Poltergeist (terrorífica sobre todo la escena de la piscina), Un Hombre-Lobo Americano en Londres (buenísimo el maquillaje y los efectos de la transformación) o El Cementerio Viviente. Ya en los noventa tenemos la ópera prima de Amenábar, Tesis, y dos películas protagonizadas por Sam Neill: En la Boca del Miedo y Horizonte Final (especialmente impactante en esta el momento del visionado del vídeo). Por razones que ignoro, tal vez por la influencia del fin del milenio, la cosecha de terror es especialmente buena entre 1999 y 2001, con películas como El Proyecto de la Bruja de Blair (recuerdo haber visto, en mi época universitaria, la innovadora publicidad viral que utilizaron en la por entonces primitiva Internet), El Sexto Sentido de Shyamalan, Lo que la Verdad Esconde de Zemeckis, Los Otros de Amenábar, El Espinazo del Diablo de Guillermo del Toro o la algo más desconocida pero muy inquietante Sesión 9.




Ya más entrados en el nuevo milenio tenemos los zombis acelerados de 28 Días Después, el impactante aspecto visual de Silent Hill o el demoledor final de La Niebla. El Cine español sigue generando éxitos que traspasan nuestras fronteras, como el de [Rec], de Jaume Balagueró y Paco Plaza, y desde Suecia nos llega la versión original de Déjame Entrar, con una atípica historia de vampiros. De la segunda década del siglo podemos destacar La Trampa del Mal (otra sobre ascensores), La Mujer de Negro o Mamá de Andy Muschietti, de la que ya hemos hablado en el blog (no hay nada que me ponga más nervioso que un fantasma lento que de pronto se pone a andar rápido). Todavía no puedo hablar de otras como La Visita, La Bruja, Está Detrás de Ti o Déjame Salir porque aún no las he visto.




He de reconocer que me ha costado establecer unos criterios sólidos para clasificar lo que es Cine de terror y lo que no… Por de pronto, queda claro que existen distintos tipos de terror: por ejemplo, películas como La Cosa de Carpenter o La Mosca de Cronenberg dan más asco que miedo, y la austriaca Funny Games de Haneke, un auténtico mazazo contra la trivialización de la violencia en el Cine, genera impotencia, angustia e incluso malestar físico, en lugar de ese gustito agradable que da saber que lo que se está contando en la pantalla es mentira. En muchas ocasiones las fronteras entre géneros son bastante borrosas: Tu Madre se ha Comido a mi Perro o las pelis de Posesión Infernal son supuestamente de miedo, pero de puro exageradas que resultan al final dan risa. ¿Y el Drácula de Coppola? ¿Es de terror, de fantasía, romántica? No sé lo que es, solo sé que me encanta. ¿Es Shutter Island de Scorsese una película de detectives y policías? ¿Y las de Guillermo del Toro, como El Espinazo del Diablo o El Laberinto del Fauno, son terror o fantasía gótica? ¿Y Tiburón, es una película de terror o de aventuras?

Hay filmes como El Silencio de los Corderos o Seven que, a pesar de no incluir elementos fantásticos, recurren a una ambientación y un argumento barrocamente siniestros que los llevan muy cerca de la frontera entre el thriller convencional y el terror. Siendo bastante más realistas que las dos anteriores, películas como El Cabo del Miedo, Training Day, Un Paseo entre las Tumbas o Prisioneros también incluyen muchos momentos en los que se nos ponen los pelos de punta… En estos casos está algo más claro que se trata de thrillers, pero yo también veo terror en ellas. Y luego están las películas inclasificables como Apocalypse Now, en las que el ambiente se va enrareciendo a medida que avanza el metraje, introduciéndonos en un mundo cada vez más irreal, como sacado de un sueño, pero Coppola te lo cuenta tan bien que tienes la impresión de que, por raro que sea lo que está pasando, bien podría haber sucedido en realidad… Para mí el tramo final de esta película (el tramo final del río) es horror en estado puro.




Sé que os dije que esta sería la última entrega, pero como el tema da para bastante más he decidido dividirla en dos. Me dejo para la próxima semana la selección de las mejores pelis, las que me siguen asustando a pesar de haberlas visto ya varias veces. Acabo de darme cuenta de que todas ellas tienen un aspecto en común que las hace especialmente terroríficas, y en el que no solemos reparar a menudo… No os lo digo todavía; hasta poder leer la conclusión tendréis que aguantar el suspense.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Kalonauta. Lo prometido es deuda. El terror y el fantástico no están entre mis generos favoritos, como ya sabes, pero entre las pelis que citas me quedo con El resplandor, La noche del cazador, El sexto sentido, Déjame entrar, Los otros y el Drácula de Coppola. Algunas que me extraña que no hayas incluido pq seguro que las has visto: El otro (R. Mulligan), The innocents (Jack Clayton), La novia de Frankenstein (J. Whale) y El gabinete del Dr. Caligari (R. Wiene). Te sugiero algunos títulos/rarezas, que probablemente no conozcas, o no hayas visto: Goodnight mommy (una peli austriaca del 2014), Tras el cristal de Agustí Villaronga (realmente terrorífica), Hard Candy (no se si ésta es de terror, pero desde luego a mi me costó acabarla). Por supuesto, estoy de acuerdo contigo en que la clasificación de muchas películas en un único genero no es fácil. En la base de datos de mis pelis también hay unas cuantas que no se que genero ponerles. Pero bueno, estas cosas nos pasan a los que nos gustan las listas, como a ti, a mi, y al protagonista de Alta fidelidad. Un abrazo. Anónimo.

Kalonauta dijo...


Sé quién eres... y no, esto no es un título de película de terror. :-)

¡Gracias por comentar! Como le decía a Isabel, esto llevaba demasiado tiempo parado. Las entradas más interesantes son a veces las que requieren más esfuerzo, pero si no hay nada de feedback la verdad es que se le quitan a uno las ganas de meterse en berenjenales... Sois vosotros los que hacéis que el blog avance hacia territorios intelectualmente más estimulantes.

The Innocents, la adaptación de Otra Vuelta de Tuerca (en España la peli se tituló Suspense), la vi hace uno o dos años en las proyecciones del Aula de Cine y me pareció buenísima, muy moderna para estar hecha en 1961... Daba bastante mal rollo y la ambientación era excelente. El Gabinete del Dr. Caligari la vi también en el Aula de Cine, precisamente, y no diría que me dió mucho miedo, pero me gustó bastante. Las dos primeras de Frankenstein tengo que revisitarlas, porque hace siglos que las vi.

En cuanto a tus otras sugerencias, tomo nota. De Hard Candy he oído hablar, espero que no se pase tan mal como con Funny Games... Me parece que hay una película japonesa anterior que va en esa misma onda, creo que se llama Audition. Y también me viene a la cabeza una española rodada en plano-secuencia y muy realista que se llama Secuestrados (se pasa mal al estilo de Funny Games; no sé si se parece a Hard Candy o Audition porque no las he visto).

Este puente tenía bastante tiempo libre y he aprovechado para hacer una maratón de pelis de miedo recientes, casi a una por día: Está Detrás de Ti, Déjame Salir y No Respires. Me han gustado mucho las tres, pero la mejor en mi opinión es Está Detrás de Ti (It Follows), con diferencia... Os las recomiendo.

Y aunque no sea de terror, ¡qué buena, Alta Fidelidad! Y sí, efectivamente, me gustan las listas... Tanto, que la entrada de mañana (no he podido acabarla a tiempo para hoy, y prefería no tardar mucho en responderte) será una lista de canciones.

¡Un abrazo, amigo, y gracias de nuevo por comentar! ¡A ver si coincidimos este sábado! :-)